En el Marco del Día Mundial del Agua, reflexionemos un poco sobre algunos datos relevantes del recurso Hídrico en el AMSS, y si realmente estamos cerca de garantizar el acceso al agua limpia y a un saneamiento adecuado a la población antes de 2030 (ODS6).
Del agua consumida por El Salvador 202,800.0 miles de m3, el AMSS consume la MITAD (102,459.7 miles de m3), el 41% de dicha agua proviene del acuífero de San Salvador, y el resto es importada del Rio Lempa (34%) y Sector Norte (25%). Los datos nos muestran que el agua en el AMSS es insuficiente para suplir la demanda y si consideramos las posibles disminuciones del recurso subterráneo, como consecuencia del cambio climático, la sostenibilidad del recurso hídrico se vuelve cada vez más fundamental.
Si nos enfocamos
al recorrido del agua en las zonas urbanas o ciudades, según norma de ANDA, se
estima que el 80% del agua consumida se vuelve agua residual, ya contaminada o
de baja calidad; en contraste se tiene que, según datos del MARN, para el año 2019, solamente el 4.01 %
de las aguas residuales del AMSS ingresaban a plantas de tratamiento, previo a
su descarga a cuerpos de agua como ríos o quebradas, importante mencionar que
aunque muchas personas consideran que el recurso agua no es finito, la calidad
del agua si es cada vez mas reducida, y la sostenibilidad del recurso hídrico se
vuelve cada vez más urgente.
La precipitación promedio en el territorio metropolitano, según datos de las estaciones meteorológicas del MARN, se estima de 2,000 mm para el año 2020, esto equivale a 1,220,000 miles de m3 en los 610 km2 del AMSS, de la cual únicamente el 0.9 % de hogares en el AMSS realizan cosecha o reúso de aguas lluvias, cuando con la precipitación del AMSS, bastaría para abastecer incluso al país entero (con los debidos tratamientos del agua). Cabe mencionar, que, debido a las cuencas de rápida respuesta en el AMSS, las precipitaciones generan problemas en las redes de drenaje que no cuentan con capacidad hidráulica suficiente de conducción de la escorrentía, generando inundaciones urbanas, cada vez mas agravadas y comprometiendo la capacidad adaptativa de la ciudad ante estos eventos, lo que indica que, apostarle a la sostenibilidad del recurso hídrico se vuelve cada vez más necesario.
Para todo lo anterior, se vuelve necesario tomar acciones que se enfoquen en primer lugar en un consumo responsable del agua, que se apueste por el reúso de las aguas residuales (para actividades acorde a la calidad de las mismas) y por supuesto su tratamiento; asimismo incentivar el aprovechamiento de las aguas lluvias para su recolección y uso en actividades donde no se requieran altas calidades. En todas estas acciones, se contribuye a la sostenibilidad recurso hídrico.
Es por lo
anterior que la construcción sostenible brinda las estrategias a considerar
para el manejo y aprovechamiento eficiente del recurso hídrico, obteniendo ahorros en consumo de agua, que se integran desde los
aparatos hidrosanitarios de bajo consumo, por otra parte incentivan el tratamiento
de las aguas residuales, promueven el reúso de las aguas lluvias o residuales
con niveles de tratamiento según la actividad del reúso lo requiera, y a la
vez, fomentan la infiltración o recarga de las aguas hacia los acuíferos por
medio de obras diseñadas para tal fin, o por medio de áreas ajardinadas,
arboladas y verdes de los proyectos.
Si a lo anterior se le agregan acciones de protección y conservación de los suelos de alta recarga, preservación de las zonas boscosas y con alta densidad arbórea, apuestas para el desarrollo o construcción con enfoque sostenible, se lograrían mayores resultados, aunque parecieran acciones muy complicadas o difíciles, son prioritarias para asegurar los recursos para las futuras generaciones.
Sumémonos a ser
sostenibles desde las acciones puntuales e individuales, no desperdiciemos el
agua, reutilicemos el agua lluvia para actividades de limpieza, realicemos el
riego a nuestras plantas con aguas grises (que no lleven grasa), y sobre todo
piensa en el futuro cuando uses o consumas agua….
