×
Sistemas de Gestión de Energía: una estrategia para alcanzar la eficiencia energética

La eficiencia energética a nivel nacional e internacional ha sido impulsada por varios factores que persiguen reducir los costos de producción de edificios y empresas. Como ejemplo de esto, la demanda total de energía continúa aumentando en regiones con un rápido crecimiento económico y un mejor acceso.

En el año 2018, la demanda mundial de energía aumentó un 2.3%, la mayor en diez años, debido al fuerte crecimiento económico global (3.7%) y a la mayor demanda de calefacción y refrigeración en algunas regiones.

De acuerdo al OECD/IEA (2020) sólo en tres países se concentró alrededor del 70% de esa demanda y con un crecimiento de CO2 de 1.7%. Algo que cambió para el año 2020, no por los esfuerzos, sino por la reducción de la producción debido a la pandemia. Sin embargo, con “el regreso a la normalidad” se prevé un crecimiento del consumo domiciliar y comercial. 

Hoy en día las empresas e instituciones deben incorporar dentro de sus políticas internas y planes de acción, un Sistema de Gestión de la Energía (SGE) como parte de una estrategia global para mejorar su ventaja competitiva y contribuir así, al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Una forma simple de definirlo, un SGE consiste en las interacciones para implementar una política, que tiene objetivos bien definidos. Los beneficios de implementar un SGE son muchos: identificación y selección de mejoras en el desempeño energético, reducción de costos operativos, productividad, buenas prácticas energéticas y mejoras en general que permitirán analizar información para la toma decisiones de la empresa. Para lograr esto, se deben de tener claro cuáles son los diferentes pasos que se sugieren para implementarlo:

1)               Levantamiento de información. Regularmente, las empresas deciden realizar cambios en el uso de tecnologías con el objetivo de reducir costos y consumo considerable de energía, por decisión propia o sugerencias externas. Sin embargo, conviene realizar un levantamiento de información que consiste en desarrollar un proceso de análisis de la situación y condición en la que se encuentra su sistema eléctrico. Esta acción trae consigo grandes ventajas a la empresa, especialmente una buena inversión. Es necesario medir para mejorar.


2)                Planes de acción. Una vez levantada la línea base (diagnóstico) es cuando realmente se pueden sugerir los cambios y planificarlos en una línea de tiempo. Posiblemente muchos cambios no se podrán ejecutar en corto plazo, ya sea por razones técnicas o económicas; independiente de esto, es necesario tomar acción para hacer frente a los planes trazados por la gerencia y equipo técnico.

3)                Medición constante. Luego de plantearse el levantamiento de la línea base de los planes de acción, es indispensable una constante medición de resultados. Esto permitirá modificar parámetros y variables con la finalidad de alcanzar mejores resultados y por consiguiente, el cumplimiento de los objetivos.


En resumen, las empresas deben cambiar el paradigma de ver a los sistemas de gestión de energía como un gasto y comenzar a impulsar acciones para el proceso de mejora continua en temas de eficiencia energética, que tarde o temprano se convertirán en una inversión rentable. Siendo imprescindible contar con un proceso de planificación bien definido, que vaya en cumplimiento a los objetivos y metas de la organización. 




Crédito de fotos: 

Portada: aptus, respuestas educativas, extraído de: https://aptus.com.ar/charla-sobre-sistemas-de-gestion-de-energia//

Foto1 y 2: ing. Carlos Roberto Pacas Herrera